Un disco que nació en la independencia
En 2002, Gino decidió grabar, editar y masterizar su propio material en Monterrey, México. El resultado fue Hazzard, un debut lleno de energía creativa que no tuvo un lanzamiento oficial bajo Happy-Fi Records, pero que encontró sus caminos a través de Cds vendidos en conciertos y el legendario sitio web MySpace, cuando el streaming aún era impensable.
Colaboraciones que hicieron historia
El disco contó con la participación de Alejandro Blake de División Minúscula en la batería, así como de Chajoe y Adrián de la banda Niña, quienes aportaron su sello inconfundible. Este cruce de talentos convirtió a Hazzard en un proyecto colectivo que reflejaba la efervescencia del indie mexicano en Monterrey a principios de los 2000.
Rock, folk y beats electrónicos
Musicalmente, Hazzard es un viaje que combina guitarras distorsionadas, ritmos alternativos y una fuerte dosis de experimentación. Su sonido oscilaba entre lo orgánico y lo digital, abriendo un espacio propio dentro de la escena alternativa nacional.
Canciones que se volvieron de culto
- “Bugsong”: llegó a aparecer en compilados de Happy-Fi y se convirtió en un himno subterráneo.
- “Mars”: un tema psicodélico que más tarde formó parte del repertorio de Goma.
- “Yeah”: un corte pegajoso y experimental que incluso recibió un remix de Chajoe.

Una joya escondida que sigue viva
Hoy, más de veinte años después, Hazzard mantiene su carácter de culto: un disco que representa la esencia de hacer música sin ataduras y con total libertad creativa. Para quienes lo descubren por primera vez, sigue siendo una aventura sónica capaz de sorprender y conectar con nuevas generaciones.